Así se afirma en una declaración de la Comunidad de Azerbaiyán Occidental.

La declaración también señala: "Parece que los autores del llamamiento que calumnian a Azerbaiyán, confunden a nuestro país, que siempre actúa de acuerdo con el derecho internacional, con Francia, que los eventos internacionales importantes deben celebrarse sólo en un determinado grupo de países que se autodenominan la "comunidad internacional"." Uno intuye que aún no han conseguido deshacerse de la mentalidad colonizadora y cruzada.

Entre los firmantes del llamamiento racista se encuentran caras "conocidas" como Anne Hidalgo, Valérie Pécresse, Bruno Retailleau. Hace exactamente dos años, cuando Valérie Pécresse era candidata a la presidencia francesa,Bruno Retailleau, con el mismo nivel de pensamiento que ella, entró ilegalmente en Karabaj y se reunió con Araik Harutyunián y David Babaián, que ahora toman el té en una cárcel de Bakú y esperan la decisión del tribunal azerbaiyano. Estos racistas no volverán a pisar suelo azerbaiyano. Este año Ann Hidalgo llegó a la carretera de Lachin con un convoy de carga "humanitaria" e hizo un espectáculo barato derramando lágrimas de cocodrilo.

En el contexto de los acuerdos alcanzados por Azerbaiyán y Armenia mediante negociaciones directas el 7 de diciembre de 2023, incluido el apoyo de Armenia a la candidatura de Azerbaiyán a la COP29, la firma de un llamamiento de este tipo por parte de los alcaldes franceses es una payasada política. Anne Hidalgo debería haberse ocupado de preparar París, que se encuentra en un estado deplorable, para los Juegos Olímpicos en lugar de hacer semejantes tonterías.

Todas las medidas tomadas contra Azerbaiyán por Francia y Anne Hidalgo son inútiles. El tiempo ha demostrado que la ayuda a Armenia por parte de personas con este tipo de pensamiento sólo puede consistir, como mucho, en conceder el título de ciudadano de honor de París a unos pocos armenios de Karabaj".

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